Directo desde la mesa de dibujo

Los planos del anteproyecto del Hotel Jaragua, hechos por los hermanos González, estaban listos para aprobación en octubre de 1939. Ahí en esas hojas había una propuesta arquitectónica racionalista de carácter innovador, con una eficiencia evidente en la distribución de sus espacios interiores. Aparte, es impresionante cómo aun para esa fecha Guillermo González estaba clarísimo de lo que buscaba en la obra, pues los planos revelan un nivel de detalle profundo —por ejemplo, había colocado un reloj minimalista en el vestíbulo, puertas flotantes de vidrio y especificaciones de materiales de terminación—.