San Zenón aplana la capital dominicana

Hasta el 3 de septiembre de 1930, Santo Domingo era una Ciudad Primada donde, más que la piedra, primaba la madera: la mayoría de las casas estaban hechas de tablas, zinc y palmas. Con el cruel paso del huracán San Zenón, la capital quedó aplanada, quedando en pie mayormente las edificaciones de la era colonial y unas pocas hechas recientemente. ¿Cuáles, en específico? Las erigidas en hormigón armado, una técnica entonces poco conocida pero que ya se había puesto de manifiesto con éxito en el centro de la muy pujante San Pedro de Macorís.