Un par de préstamos de aquí y de allí

Pero ojo: el Jaragua no nació totalmente en Dominicana. Los primeros en emplazar hoteles racionalistas frente al mar fueron los franceses: André Lurçat diseñó el Nord-Sud en Córcega (1929) y Georges-Henri Pingusson ideó el Latitude 43 en Saint-Tropez (1932). Solo hay que fijarse en las fotos de esos volúmenes blancos, de superficies acristaladas contra un cuerpo de agua para darse cuenta de la referencia.

O también están los países nórdicos. El edificio Maalaistentalo (1927-1928) y la biblioteca de Viipuri (1927-1935), ambas del finlandés Alvar Aalto, tienen un ritmo de huecos que recuerdan algunas de las decisiones tomadas en el Jaragua. Lo mismo se puede decir el Pohjanhovi, un hotel diseñado por Pauli y Märta Blomstedt en 1936: su composición volumétrica es muy similar a su homólogo en el Caribe.

Pero ningún otro elemento fue objeto de un copy+paste más literal que la escalera exterior del hotel: cuando González asistió a la Feria Mundial de Nueva York en 1939, trajo como souvenir el recuerdo de las escaleras del pabellón de la Ford Motor Company, con curvas que giraban alrededor de un asta de bandera.